EVALUACIÓN DE LOS SERVICIOS TI
Los Indicadores
Tecnológicos son en los que se suele tener más experiencia dentro de las organizaciones
de TI. Están basados en parámetros clave de los elementos tecnológicos, por
ejemplo, % uso de CPU a nivel usuario y % uso de CPU a nivel de sistema, % uso
de memoria, % uso de filesystem, encolamientos en servidor de
aplicaciones, etc.
Una variante de los
Indicadores Tecnológicos son los Indicadores de Actividad Funcional; son
aquellos indicadores que sacamos del sistema de información correspondiente y
que nos proveen de medidas de la actividad en el negocio (p.e. facturas
procesadas por minuto, alta mensual de clientes, llamadas recibidas por minuto;
conexiones a una aplicación; etc.); estos indicadores son altamente necesarios
ya que complementan una visión puramente técnica con una visión funcional;
pongamos un ejemplo: un indicador puramente técnico de consumo de CPU; hace una
buena simbiosis con un indicador técnico también que mida la actividad del
número de fichas solicitadas por un CRM. La problemática para capturar estos
indicadores es analizar su nivel de intrusismo, es decir, que el impacto o
consumo de la máquina a la que ataca para recoger el dato sea mínimo.
Recordemos que son accesos a máquinas de producción y muchas de estas necesidades
a veces consumen al sistema de tal forma que impactan en el negocio y por tanto
en los servicios que ofrecen; lo cual puede llegar a producir resultados justo
contrarios a los que pretendemos que es mejorar el servicio basándonos en
indicadores de catálogo.
Los Indicadores de
Proceso están a día de hoy muy bien documentados a través de referencias metodológicas
tales como ITIL y COBIT. La mayor problemática a veces son los repositorios y carecer
de información para poder implementarlos. Debemos asegurarnos que la herramienta por la que nos decidamos
para la gestión de procesos traiga de serie, no sólo los indicadores KPI (Key
Performance Indicator) y PMI (Process Management Indicator), sino también, una
relación con los objetivos de control asociados.
Los Indicadores
Departamentales son, junto a los Tecnológicos, los que nos van a facilitar
el cálculo de los costes de poner en marcha servicios y de mantener dichos
servicios. Aquí, indicadores del tipo costes de licencias, costes de hardware,
costes de personal, etc., son de los más interesantes. En este apartado, un
consejo, disponer de un sólido repositorio de inventario o mucho mejor una CMDB
(Configuration Management Database) nos facilitará la identificación de estos
indicadores, su mantenimiento y su asignación para el control del servicio
tanto en su plano operativo como en los posibles planos de betchmarking futuros.
Los Indicadores de
Servicio, que pueden ser puros o combinaciones del resto de los indicadores.
En el ámbito de indicadores de servicio se encuentran varios tipos:
-ANS (Acuerdos de
Nivel de Servicio) o SLAs (Service Level Agreement) que miden la calidad de
servicio entregada a los clientes y son la expresión de compromiso con el negocio.
Estos ANS deben tener objetivos acordados por ambas partes y estar definidos en
un lenguaje de negocio entendible y compartido con los clientes.
-Ante el caso anterior
de lenguaje común, “nacen” los indicadores que se deben considerar a su vez
elementos relacionados con el acuerdo como son los Indicadores de ventana de
servicio y los Indicadores de contexto, que son los que nos van a
delimitar el alcance del servicio. (Ejemplo: número de conexiones máximas;
frente a tiempo de respuesta pactado). Estos Indicadores de Servicio tienen la característica
de que son calculados de forma lógica y no de forma aritmética debido a la combinación,
no sólo de indicadores sino de esos otros elementos de negocio implicados.
Y con todos estos
indicadores, ¿cómo hacemos Gestión?
El término gestión se
refiere a la ejecución de acciones encaminadas a conseguir un objetivo. En este
sentido, nuestra cadena ha pasado por la definición del indicador, la captura
de datos, el análisis de la información y debe finalizar con la ejecución de
las acciones que sean necesarias para alcanzar los objetivos establecidos por
el negocio.
El disponer de indicadores en distintas capas (tecnología, procesos
y servicios) permite identificar más rápidamente el origen de una desviación en
el cumplimiento de los resultados esperados y la ejecución de acciones
correctoras de manera más certera. Es importante destacar que la correcta identificación
y selección de indicadores es clave para su posterior gestión, ya que han de proporcionar
una visión completa que permita la toma de decisiones a un nivel estratégico.
Pero a su vez, estos indicadores se deberán apoyar en otros de más detalle para
su análisis e identificación de puntos de mejora y medidas concretas a adoptar
en cada caso.
No hay que olvidar que
uno de los fines últimos de la utilización de indicadores es el control y la
mejora continua de los servicios y procesos. Para que todo este ejercicio no se
quede en un simple "medir por medir" y al final se convierta en un
mar de indicadores que no seamos capaces de gestionar, debemos establecer un
planteamiento claro de partida que nos permita incidir y centrar los esfuerzos
en aquellos aspectos más problemáticos y priorizar nuestras acciones con
criterios más objetivos.
¿Cómo estructuramos y
gestionamos los indicadores?
Recomiendo
encarecidamente que una gestión de indicadores no es un sinfín de informes
analíticos gestionados con querys costosas; debemos pensar que las
fuentes de información primarias cambian y por lo tanto nosotros debemos ser flexibles
ante estos cambios.
En general acoplando nuestrola evaluacion de una empresa como mejora de control y propuesta para el crecimiento de ideas aplicadas a los negocios busca categorizarse por medio de las necesidades que se requieren (Carlos Eduardo Sanchez Gomez)
ResponderEliminarcolocar algunas imágenes para mejorar el diseño
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